En Tyssnor ofrecemos mantenimiento industrial profesional para centrales térmicas, refinerías, plantas nucleares y siderúrgicas, garantizando revisiones programadas, paradas de planta seguras y operatividad continua.
En Tyssnor somos conscientes de la importancia que un buen mantenimiento industrial tiene para tu empresa. No hablamos de una reparación cuando algo falla, sino una estrategia integral para prolongar la vida útil de los activos críticos, minimizar riesgos y optimizar la operación.
Nuestros técnicos están formados para cumplir los estándares más altos de seguridad, calidad y normativa industrial, además de contar con equipos y herramientas apropiadas para diagnosticar, intervenir y certificar cada intervención.
El mantenimiento industrial que hacemos es clave para mantener operativa la infraestructura y los equipos más sensibles de tu planta, en sectores donde una parada no planificada puede conllevar pérdidas muy elevadas.
Además, intervenciones tanto en plantas operando como durante paradas planificadas, asegurando coordinación, cumplimiento de los requisitos normativos y minimizando tiempos muertos.
Protocolos de seguridad certificados, personal formado en riesgos industriales.
Certificaciones y cumplimiento de normativas específicas de cada sector (y estándares nacionales/internacionales).
Planes de mantenimiento preventivo diseñados según el tipo de activo, horas de funcionamiento, historial de fallos.
Uso de diagnósticos, inspecciones y seguimiento para anticipar problemas.
Planes de mantenimiento preventivo diseñados según el tipo de activo, horas de funcionamiento, historial de fallos.
Uso de diagnósticos, inspecciones y seguimiento para anticipar problemas.
Para asegurar un servicio de mantenimiento industrial eficiente y fiable, en Tyssnor seguimos un proceso estructurado que cubre desde la planificación hasta el seguimiento post‑intervención, garantizando calidad, seguridad y disponibilidad operativa.
Diagnóstico inicial y evaluación de planta:
Inspecciones, análisis del estado de los equipos, historial de fallos, condiciones operativas.
Planificación y programación:
Definir tareas preventivas, correctivas, asignación de recursos, cronograma de paradas programadas y permisos necesarios.
Ejecución del mantenimiento:
Intervenciones en sitio o en taller, uso de herramientas especializadas, medición, ajustes, reemplazo de componentes críticos.
Pruebas, verificación y puesta en marcha:
Asegurar que todos los sistemas están operativos, pruebas funcionales, controles de seguridad y calidad.
Seguimiento, documentación y mejoras:
Registro de intervenciones, análisis de desempeño, recomendaciones, retroalimentación continua para optimización futura.
Tu planta merece un servicio de mantenimiento industrial que mantenga cada activo funcionando cuando más lo necesitas.
El mantenimiento industrial se puede clasificar en varios tipos, cada uno con sus características, ventajas y momentos más adecuados de uso:
Mantenimiento preventivo: Se programa con antelación, en intervalos fijos o basados en horas de operación, para inspeccionar, limpiar, lubricar, ajustar piezas antes de que ocurra una falla. Es ideal para evitar averías graves, planificar paradas de planta, reducir costos de reparación y prolongar vida útil de los equipos.
Mantenimiento correctivo: Se realiza una vez que ha ocurrido el fallo. Puede ser urgente y afectar la producción, por lo que es costoso. A veces es inevitable para componentes que no presentan síntomas previos detectables.
Mantenimiento predictivo: Basado en monitoreo continuo de estados (vibraciones, temperatura, ultrasonido, análisis de aceite…), detectando patrones que indican desgaste incipiente para actuar justo antes del fallo. Reduce imprevistos, paradas de emergencia y mejora la planificación.
Mantenimiento basado en condición / mantenimiento prescriptivo: Similar al predictivo, pero interviniendo según condiciones específicas, no solo tiempos, ajustando actuaciones según el estado real de los equipos.
Mantenimiento proactivo / basado en fiabilidad (RCM): Se centra en analizar modos de fallo, riesgos, consecuencias, y diseñar estrategias que prevengan los fallos con mayor impacto, optimizando recursos y priorizando intervenciones de alto valor.
Dependiendo de tus equipos, su criticidad, el sector industrial y las normativas aplicables, Tyssnor seleccionará la estrategia o combinación de estrategias más eficiente para tu planta.
Un mantenimiento industrial bien planificado e implementado aporta múltiples ventajas a las plantas industriales:
Mayor disponibilidad operativa y menor tiempo de parada no planificada. Cada hora que los equipos no funcionan representa una pérdida en producción y en ingresos. Al prevenir fallos, se reducen sustancialmente los tiempos muertos.
Mayor seguridad y cumplimiento normativo. Equipos en buen estado reducen el riesgo de accidentes laborales, incidentes ambientales, y ayudan a cumplir con normativas de seguridad, salud y medio ambiente.
Prolongación de la vida útil de los equipos. Con un mantenimiento preventivo y el correctivo oportuno se evita que pequeños daños crezcan y causen deterioros irreversibles.
Optimización de costes. Aunque el mantenimiento supone una inversión, a medio‑largo plazo reduce gastos mayores derivados de averías graves, repuestos grandes, paradas de emergencia, pérdidas productivas.
Mejora en eficiencia energética y operativa. Equipos bien mantenidos consumen menos energía, operan con menos esfuerzo, lo que se traduce en menor desgaste, menos consumo e incluso menores emisiones en industrias reguladas.
Las paradas programadas de planta son momentos planificados para ejecutar tareas de mantenimiento que no se pueden hacer con la planta en funcionamiento, por el alto riesgo que conllevan. Estas paradas son fundamentales para asegurar la confiabilidad general de la operación.
En la planificación de una parada programada se definen todas las tareas que se realizarán: limpieza, ajustes, revisión de válvulas, inspección estructural, reemplazo de componentes críticos, pruebas de seguridad, puesta a punto.
Se preparan recursos humanos y materiales por adelantado, se coordinan equipos, permisos, protocolos de seguridad y ambientales, logística de repuestos y herramientas.
Durante la parada se ejecutan trabajos intensivos que requieren elevadas exigencias técnicas, muchas veces en entornos difíciles o exigentes. Cada intervención debe tener metas claras y estándares de calidad definidos.
Finalizada la parada, se realizan pruebas de arranque, verificaciones funcionales, controles de calidad y seguridad, para reanudar operaciones con total confiabilidad.
Las ventajas incluyen menor frecuencia de averías graves, mayor predictibilidad operativa, optimización de los costes de mantenimiento al concentrar tareas, y mejor planificación de recursos. En Tyssnor coordinamos cada parada programada para que el impacto operativo sea el mínimo posible y con máxima eficacia técnica.
El coste de mantenimiento industrial puede variar mucho según:
La criticidad de los equipos, la frecuencia de intervenciones, los tipos de mantenimiento aplicados (preventivo, predictivo, correctivo), los materiales y repuestos necesarios, el entorno operativo (temperatura, corrosión, atmósfera agresiva), la necesidad de paradas programadas o intervenciones urgentes.
Algunos aspectos que se tienen en cuenta al calcular costes:
Horas de mano de obra especializada, desplazamiento, herramientas, montaje / desmontaje, transporte de repuestos.
Inspecciones, diagnósticos, seguimiento de fallos, ensayos de seguridad.
Planificación y coordinación: permisos, protocolos de seguridad, logística.
Costo de los materiales/repuestos de calidad, consumibles, tratamientos, recubrimientos.
Pérdida de producción durante paradas o paros inesperados.
En general, un programa bien establecido de mantenimiento industrial ofrece un retorno de la inversión: reduce el impacto económico de averías mayores, mejora la eficiencia operativa, prolonga los activos, reduce costes energéticos y de repuestos recurrentes. En Tyssnor proporcionamos presupuestos transparentes, ajustados a tus necesidades reales, y con opciones de mantenimiento rutinario, correctivo o integral, según lo que mejor convenga a tu planta.
Elegir a Tyssnor para el mantenimiento industrial supone contar con ventajas que afectan directamente a la operatividad, seguridad y coste‑eficiencia de tus instalaciones.
Experiencia en sectores críticos como centrales térmicas, refinerías, centrales nucleares e industria siderúrgica, lo que nos permite conocer exigencias normativas, operativas y de seguridad específicas.
Equipo técnico completo y cualificado: ingenieros, técnicos en mantenimiento, especialistas en diagnóstico, personal certificado en seguridad industrial.
Enfoque preventivo e integral: no solo respondemos ante problemas, sino que planificamos, supervisamos, documentamos y ofrecemos seguimiento.
Recursos y logística preparada: capacidad para intervenir durante paradas programadas, disponibilidad de taller propio, herramientas especializadas y repuestos adecuados.
Compromiso con estándares de calidad, seguridad y eficiencia operacional. Cada intervención se realiza bajo protocolos certificados, con trazabilidad, garantías y pruebas funcionales, asegurando que los equipos vuelvan a operar con normalidad y seguridad.
Un servicio completo de calderería industrial y naval abarca mucho más que la simple fabricación de piezas metálicas. En el caso de empresas especializadas como Tyssnor, el proceso cubre todas las etapas necesarias para garantizar la seguridad, funcionalidad y durabilidad de las estructuras y componentes instalados tanto en entornos industriales como en el sector naval.
El servicio comienza con una fase de diseño técnico, donde se estudian las necesidades específicas del cliente, ya sea para un proyecto nuevo o una intervención de mejora o reparación. A partir de ahí, se elaboran los planos técnicos y se definen los materiales más adecuados según la normativa aplicable y el entorno operativo (aceros al carbono, inoxidables, etc.).
La fabricación se lleva a cabo en talleres propios dotados con maquinaria avanzada, como plegadoras, cortadoras por plasma, prensas y equipos de soldadura especializados. Esto permite producir elementos como tolvas, conductos, depósitos, estructuras metálicas, soportaciones, polines o tuberías industriales.
Posteriormente, se realiza el montaje in situ, donde el equipo técnico de Tyssnor se traslada a las instalaciones del cliente —ya sea un astillero, una refinería o una planta energética— para integrar las piezas fabricadas dentro del sistema ya existente o en un nuevo montaje. Esta fase incluye también pruebas de estanqueidad, soldadura y calidad estructural, garantizando la seguridad del conjunto.
Por último, se puede incluir un servicio de mantenimiento (correctivo o preventivo), algo esencial para instalaciones industriales críticas. Esto asegura una vida útil más larga y reduce el riesgo de paradas imprevistas.
En resumen, un servicio integral como el que ofrece Tyssnor garantiza un proyecto llave en mano: desde el diseño y fabricación hasta el montaje y mantenimiento, siempre bajo estándares de calidad, seguridad y eficiencia.
Aunque comparten técnicas, materiales y procesos, la calderería naval y la calderería industrial tienen diferencias clave derivadas del entorno operativo y de los requisitos normativos de cada sector. Comprender estas diferencias es fundamental a la hora de elegir a una empresa especializada como Tyssnor, que ofrece experiencia contrastada en ambos ámbitos.
La calderería naval se refiere a la fabricación y montaje de estructuras metálicas dentro del sector marítimo. Esto incluye trabajos para astilleros, embarcaciones y plataformas offshore, donde se requiere una alta resistencia a la corrosión, especialmente en entornos marinos. Los trabajos pueden abarcar desde la construcción de soportes estructurales y pasarelas hasta la instalación de tuberías de acero, tanques y elementos de ventilación. Además, las exigencias en cuanto a homologaciones y soldaduras son especialmente estrictas, debido a la normativa marítima internacional y los estándares de seguridad naval.
Por su parte, la calderería industrial está más enfocada en plantas de producción, fábricas, refinerías o instalaciones del sector energético. Aquí se fabrican e instalan elementos como conductos de ventilación, silos, tolvas, reactores, estructuras de soporte y tuberías a presión. Las condiciones pueden variar mucho más en función del sector: temperaturas extremas, contacto con productos químicos, abrasión, etc. Por ello, la calderería industrial requiere un diseño más adaptado a cada entorno de uso y a la maquinaria ya instalada.
En Tyssnor, entendemos estas diferencias y adaptamos los procesos según las necesidades de cada proyecto. Gracias a nuestra capacidad técnica, podemos ofrecer soluciones tanto para embarcaciones como para industrias pesadas, garantizando calidad, precisión y cumplimiento normativo en ambos casos.
La fabricación de estructuras metálicas dentro de la calderería naval e industrial es una de las especialidades de Tyssnor, y comprende una gran variedad de elementos adaptados a cada proyecto. Estas estructuras se diseñan para resistir esfuerzos mecánicos, condiciones ambientales exigentes y cumplir con los requisitos funcionales de cada sector, desde un buque hasta una planta industrial.
En el sector naval, se fabrican estructuras metálicas como:
En el ámbito industrial, se fabrican estructuras como:
Todas estas estructuras se fabrican en taller y se montan in situ con total precisión. En Tyssnor, nos aseguramos de utilizar materiales de alta calidad, realizar soldaduras certificadas y aplicar tratamientos de superficie cuando es necesario (galvanizado, pintura anticorrosiva, etc.). Además, nuestras estructuras cumplen con normativas como EN, ISO o códigos específicos del sector naval o petroquímico, garantizando durabilidad, resistencia y seguridad.
La calidad en los procesos de calderería industrial y naval no es solo una cuestión de experiencia o habilidad técnica: también implica el cumplimiento riguroso de normas, estándares y certificaciones nacionales e internacionales que aseguran que los productos y servicios entregados son seguros, duraderos y adecuados para su propósito.
En empresas como Tyssnor, que trabajan con sectores críticos como el naval, petroquímico o energético, se aplican diferentes tipos de normativa:
Además de cumplir con estos estándares, Tyssnor realiza inspecciones internas de calidad, ensayos no destructivos (END) como líquidos penetrantes, ultrasonidos o rayos X, y pruebas de resistencia estructural para garantizar que todas las piezas cumplen con los requisitos del cliente.
También se verifica la homologación de soldadores, el control de materiales desde su recepción, la trazabilidad completa y la validación de procedimientos de fabricación y montaje.
Todo esto garantiza que los trabajos de calderería realizados por Tyssnor no solo cumplen con la normativa vigente, sino que también superan los requisitos mínimos en términos de durabilidad, seguridad y eficiencia operativa.
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